A propósito de la teoría queer

Los principios de Yogyakarta en una publicación de Amnistía Intenacional

Aún a riesgo de meterme en un charco que no es el mío y meter la pata hasta el fondo, con la que está cayendo ahora mismo, creo que procede intentar aclarar alguna luz (desde mi pobre perspectiva de hombre cis hetero blanco) sobre todo esto de atacar a personas y cosas por, presuntamente, basarse en la teoría queer y, presuntamente, atacar al feminismo.

Ya advertí hace un año que la discusión sobre este tema se estaba basando en falacias. Desde entonces hasta ahora la situación se ha vuelto cada vez más turbia y, recientemente, la facción TERF de cierto importante partido político ha revelado sus cartas y ha causado un importante revuelo en las redes. Esta situación, llevada al mundo educativo, no hace más que aumentar la incertidumbre sobre todo lo relacionado con la temática LGTBI. Se entiende ahora que determinadas leyes no hayan llegado a aplicarse aunque se hayan aprobado.

Pero no divaguemos. La cuestión es ¿Qué hay de cierto en eso de que hay peligro de que la teoría queer pase a formar parte de la legislación vigente y eso acabe con la lucha feminista?

Para empezar hay que diferenciar entre movimiento o cultura queer y teoría queer. Hasta donde yo sé (repito que no me considero un experto) el término queer (un insulto que quiere decir algo así como raro o retorcido) se refiere a personas que se salen de la norma en lo relativo a su sexualidad, desde LGTBI hasta prostitutas. Hay quien utiliza la palabra queer como sinónimo de persona no binaria. Parece ser que el concepto queer comenzó a fraguarse durante la crisis del SIDA en los años ochenta, en los que se estableció una clara diferencia de clase dentro del colectivo LGTBI en función de su nivel socioeconómico: en origen el concepto queer se refería a lo más marginal socioeconómicamente y culturalmente hablando.

El concepto de teoría queer es posterior: surgió cuando varios estudios académicos pusieron nombre e intentaron explicar formalmente la naturaleza y origen de los grupos marginales queer. A menudo se ha intentado utilizar el argumento de que muchas personas trans no son más que personas confundidas por la teoría queer, argumento difícil de creer (y negado por muchas personas trans) dado que en realidad hay que nunca han leído ni han oído hablar de la teoría queer, y que ya eran trans desde su más tierna infancia.

En mi caso, como docente en activo en Extremadura, debo tener en cuenta la Ley 12/2015, de 8 de abril, de igualdad social de lesbianas, gais, bisexuales, transexuales, transgénero e intersexuales y de políticas públicas contra la discriminación por orientación sexual e identidad de género en la Comunidad Autónoma de Extremadura a la hora de tratar en el aula todo lo relativo a diversidad LGTBI. Más de una vez me han dicho que mi postura es una defensa a ultranza de la teoría queer, lo cual no deja de ser absurdo porque, insisto, no tengo muy claro a que se refiere la teoría queer (si es que hay una teoría queer en concreto, y no varias).

Mi referente, en realidad, son los Principios de Yogyakarta, redactados a petición de la ONU en base a la Declaración Universal de los Derechos Humanos y utilizados como referente en la redacción de la ley LGTBI extremeña de 2015. Así que, por favor, dejen de molestarme diciendo que me estoy basando en una teoría que no conozco, a no ser que acusen a la ONU, a los redactores de los Principios de Yogyakarta y a ONGs como Amnistía Internacional de formar parte de una conspiración internacional para introducir la teoría queer (?) en la legislación vigente y acabar así con la lucha feminista.

Por otra parte, a pesar de la insistencia en que todo esto es una maniobra del patriarcado contra la lucha feminista, especialmente contra el feminismo radical, es un hecho que hay muchas feministas que reconocen a las mujeres trans como mujeres (al parecer ese es el principal escollo). Incluso hay feministas radicales que se declaran transinclusivas aunque sean duramente atacadas desde el sector TERF.

Ah, y, por favor, dejen de decir que todo esto de la teoría queer (?) y lo trans es anticientífico, que:

1. La OMS borró la homosexualidad de la lista de enfermedades hace ya muchos años, y la transexualidad recientemente. 
2. Soy profesor de ciencias, y dedico mucho tiempo a revisar lo que explico en clase. No me vengan con argumentos tales como que el sexo es binario porque se lo puedo rebatir en pocos minutos.

Estamos hablando de personas y de derechos humanos, no de teorías.