Mujeres, ciencia, opresión
En mis clases las mujeres suelen ser mayoría y, finalmente, suele ocurrir que una o varias de ellas acaban liderando el funcionamiento del grupo clase. Pero en el entorno científico no es lo habitual. Un vistazo a las estadísticas sobre los Premios Nobel basta para llamar la atención sobre la existencia de un desequilibrio. En parte se debe al convencimiento, compartido por una buena parte de la sociedad, de que "la Ciencia es cosa de Hombres". Esta falsa creencia ha venido siendo denunciada desde La ciudad de las damas (Christine de Pisan, 1405) hasta Inferior (Angela Saini, 2017) pero, aún así, permanece. Esto justifica la discriminación de la mujer en ámbitos científicos y oculta su presencia, logrando así una escasez de referentes femeninos que refuerza aun más las posiciones de quienes defienden que las mujeres no están capacitadas para la investigación científica. El problema es aún mayor si tenemos en cuenta el componente racial. Se queja Chimamanda Ngozi Adi...